Dice que lo único que hubiera podido estudiar es ingeniería informática, porque Eder Elorriaga lleva delante de un ordenador desde los 5 años. Hablamos de su primer ordenador Spectrum, regalo de su padre con quién programó su primer juego: Las Torres de Hanoi. Desde entonces para él la programación es cosa de magia, un superpoder… No es de extrañar, pues tiene más de 120 camisetas de superhéroes y también quiere cambiar el mundo ¿Cómo? A través del desarrollo, la innovación y, sobre todo, soluciones informáticas que hagan más felices a los usuarios.
¿Qué es lo que más te gusta de tu trabajo?
Que puedes imaginar algo y hacerlo. En cuanto lo descubrí, programar se convirtió en mi pasión. El primer programa que hice fue en el cole, para calcular la letra del DNI. ¿Sabías que no va al azar? Es un dígito de control que se calcula en base a los números. También he programado muchos juegos. En la universidad todos mis proyectos eran juegos (risas) y también he programado muchos en mi tiempo libre.
Ahora estoy intentando evolucionar como profesional y me centro en otras cosas. A nivel profesional lo que más me gusta es ver cómo algo que has creado le es útil a alguien y le gusta utilizarlo; que el usuario final esté a gusto. Por ejemplo, desarrollé una aplicación móvil como técnica para aprender a utilizar las tecnologías móviles: Magnetizr. Ver que la primera crítica de un usuario fue de 5 estrellas me llenó una pasada.
Esta pasión te ayudó a entrar en init Services…
Literalmente. En mi anterior empresa, un compañero que conocía init Services me dijo: “con lo inquieto que eres te encantaría, hay gente tan “friki” como tú (risas). Un rollo muy guay. De hecho, te gustaría el juego que hicimos”. Y yo, “¡¿cómo?! ¿qué juego?”. Me dio una dirección en la que había un juego de pruebas técnicas con un toque friki para ir superando, preparado entre todos los de init con detalles como este: la clave para superar uno de los niveles es el Monkey Island. Los retos y yo… Me lo pasé del tirón. Al final obtuve una dirección de correo, y al otro lado estaba Jordi Martí, el que es ahora Team Leader de mi equipo. Aquí tienes la historia.
Y ahora que estás aquí ¿qué es lo que más te atrae de init Services?
Cuando conocí las metodologías ágiles, me surgió una gran pregunta: cómo podía haber vivido sin ellas todo ese tiempo. La transición de las metodologías clásicas a metodologías ágiles no es fácil; muchas empresas lo intentan y no lo consiguen. Considero que en init Services estamos trabajando por hacer este camino. Creo que lo que a veces falta es interiorizar 100% los principios. Mi personalidad hace que siempre busque lo mejor para el usuario final, y creo que es por ahí por donde debemos ir.
¿Qué te parece estar en initlabs, el equipo dedicado a innovación?
Me gusta porque nos permite investigar. Ver cosas nuevas y aprender es algo que me gusta mucho. Y porque somos responsables de incordiar al resto de equipos para mejorar. Me considero un optimizador nato. Lo llevo en el ADN: siempre busco la mejor solución, optimizar el proceso.
La clave es adelantarte a lo que va a pasar
¿Cómo se aplica la innovación en desarrollo software?
Una de las cosas especiales de esta profesión, es que el tiempo en informática avanza más rápido. La tecnología avanza a una velocidad increíble. Tienes la necesidad de estar continuamente aprendiendo y es esencial utilizar tecnologías que tienen comunidad, que son utilizadas por la comunidad profesional y evolucionan. Esto casi viene de serie. Más que innovar es no quedarte obsoleto.
Quizá el plus es ser capaz de adelantarte a lo que va a pasar. Por ejemplo, hace unos años existían los móviles pero no se sabía el alcance que iban a tener. Las empresas que apostaron fuerte por esa tecnología son las que ahora están bien posicionadas. Pero cuidado con apuntarse demasiado rápido a las modas. No es eso. Es encontrar el equilibrio entre ser innovador y tener buena perspectiva global de lo que está pasando.
Dice Bill Gates: “Decimos a nuestros empleados que si nadie se ríe al menos una vez de sus ideas no están siendo lo suficientemente creativos”
Pienso que la creatividad es imprescindible en nuestra profesión. Porque nos dedicamos a hablar con otras personas, entender qué problema tienen y darles una solución. Cuanto más creativo seas para buscar soluciones a problemas mejor. No sirve de nada que seas muy listo si no encuentras soluciones y a veces son inesperadas.
Te cuento un anécdota. Una vez resolvimos una necesidad muy importante de un cliente, que tenía una solución técnicamente muy complicada en su cabeza, sin utilizar nada de programación. Tras un exhaustivo análisis, vimos que había una solución alternativa más sencilla, que consistía en un pequeño cambio en lugar de una costosa implementación. Y quedó muy satisfecho, claro. El cliente lo que quería realmente era resolver su problema. De esto hablan también las metodologías ágiles.
Pregunta obligada: ¿qué aportan las metodologías ágiles a la innovación?
El concepto de ágil es ser ágiles frente al cambio. En la comunidad de desarrollo software llevamos años haciendo proyectos y pegándonos con problemas. Con esto hemos visto que siempre, en cualquier proyecto de desarrollo software hay un grado de incertidumbre ¿Por qué? Porque somos trabajadores del conocimiento. Nuestro trabajo se basa en el conocimiento e implica resolver problemas no rutinarios, diferentes cada vez, que requieren una combinación de pensamiento divergente, convergente y creativo. Esto inherentemente implica incertidumbre porque cada vez es diferente.
Las metodologías ágiles te ayudan a aceptar el cambio, a abrazarlo. Es pensar: “esto no está ni puede estar completamente cerrado”. Estamos preparados para los cambios, y cuando llegan en lugar de perder tiempo poniendo resistencia, los aceptamos y avanzamos. Cuanto menor desgaste tengamos para cambiar de dirección, mejor. Es preferible deshacer un día de trabajo que un mes y, para mí, la brújula para saber si estamos en la dirección correcta es el usuario.
Las metodologías ágiles ponen por encima a las personas
Eso es. Uno de los errores del mundo de la informática es que tiende a ser un poco endogámica y en las empresas tecnológicas a veces pasa. Pensamos que un equipo con solo perfiles técnicos es capaz de hacer un proyecto y no es así. Lo mejor para hacer bien un proyecto es tener contacto directo con las personas: compañeros de otros perfiles, los clientes por supuesto y, esencial, los usuarios. El rol de cliente no siempre coincide con el de usuario. El cliente es quien te paga y usuario quien usa. Si estoy desarrollando una aplicación para los encargados de la sección de alimentación de un gran hipermercado, me gustaría hablar con los encargados de la sección de alimentación. Quién mejor que ellos para saber lo que necesitan.
La brújula para saber si estás en la dirección correcta es el usuario
Dime cinco atributos de un buen programador
Capacidad analítica, inquietud, curiosidad, creatividad y resolución
¿Cómo te gustaría que fuera alguien que se incorpora a initlabs?
Buena pregunta. Estos cinco atributos y, además, que tenga en cuenta que para este equipo hay que ser especialmente versátil y estar preparado para problemas de cualquier tipo. No tocamos una especialidad en concreto, tocamos varias ya que apoyamos en innovación al resto de equipos eBusiness e eHealth. Y, sobre todo, motivación. Es esencial. Vamos a enfrentarnos a retos muy diferentes.
¿Hace falta que sepa hacer el cubo de Rubik?
No necesariamente pero puntúa (risas) Soy un apasionado de los puzzles desde siempre. Mi madre me dice que me costó más aprender a leer que a manejar números complejos. Siempre he tenido el cubo de Rubik por casa. De lo mejor del verano, un nuevo cubo de Rubik diferente según el chiringuito. Cuando aprendí a resolverlo me di cuenta de que está muy ligado al desarrollo software; se utilizan varios algoritmos sencillos, la base de la informática. Y descubrí que está hecho para que un informático se lo aprenda. No hay que ser especialmente listo. Hay que aprender a hacerlo.
Más curiosidades… las camisetas de superhéroes
Tengo más de 120. El otro día las conté. Complejo de Peter Pan supongo… Creo que hay cosas que hay que mantener. Me sigue gustando leer fantasía, ciencia ficción e historias de superhéroes. Qué mejor forma de evadirte de realidad.
Pero no hay nada más friki que programar tu propia aplicación para medir el crecimiento de tu bebé
(Risas) Sí. Se han juntado mis dos grandes pasiones: la informática y mi futura hija Emma. Existen un montón de apps con analogías de frutas para medir el tamaño del bebé durante el embarazo ¿Y los frikis? El mundo no podía seguir girando con esa carencia, y una buena amiga me dio la idea. He desarrollado una aplicación (babysizr) que me dice que mi hija con 8 semanas tiene el tamaño del Anillo Único y de un disquete de 3-½ a las 14. Ahora sí veo las cosas claras (risas) Los futuros padres frikis del mundo pueden respirar tranquilos.