Grupo Init y Osakidetza acaban de finalizar una prueba piloto de la plataforma Starr para la autogestión de pacientes supervivientes de Ictus.
La prueba piloto se ha realizado con 20 pacientes en intervención y 20 pacientes de control, y ha tenido una duración de 6 meses. Lo más destacado de la experiencia es que el sistema Starr ha detectado 9 alarmas reales, 5 rojas (de gravedad alta) y 4 amarillas (de gravedad media), que han permitido actuar de forma preventiva en los pacientes, reduciendo el riesgo de un segundo Ictus.
Se trata de un gran avance para la salud de los pacientes y, además, reduce el gasto económico del sistema público de salud, al evitar el ingreso por complicaciones no deseadas. Las variables medidas en los pacientes son, entre otras, peso, presión arterial, glucemia, colesterol, automanejo o calidad de vida. Las alarmas han tenido que ver con situaciones de hipotensión, hipertensión o arritmia, que suponen riesgo añadido para este tipo de pacientes.
Mejoras en la experiencia de usuario
La prueba piloto también ha servido para detectar mejoras en la experiencia de usuario de la aplicación, tanto para los pacientes como para el personal médico. Por ejemplo, la necesidad de mayor variedad en las interacciones con los pacientes o la de habilitar un tiempo específico dentro del horario laboral de los profesionales para atender las alarmas del sistema.
Los resultados del piloto fueron presentados el 13 de septiembre en el último encuentro de Health 2.0 Basque por parte de la Dra. Janire Orcajo Lago, investigadora del Instituto de Investigación Sanitaria Biocruces Bizkaia y responsable técnico del proyecto STARR, y Javier Escobal, Director de Innovación de Grupo Init.
Starr es un sistema digital que apoya la autogestión en la vida cotidiana de las personas supervivientes de un Ictus, con el objetivo de evitar la repetición de un accidente cerebrovascular. Grupo Init desarrolla la plataforma tecnológica sobre la que se asienta Starr.
El Ictus es la primera causa de mortalidad entre las mujeres españolas y la segunda en el caso de los varones. Supone un gasto anual de cerca de 45 millones de euros en Europa y la tendencia va en aumento.